Psicología clínica
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Psicología Clínica

La psicología clínica como yo la vivo y práctico, no solo es un espacio íntimo donde se guarda confidencialidad y se asegura un mayor estado de felicidad, entendida como una sensación de paz, tranquilidad y plenitud en cada una de las áreas de vida de un ser humano: personal, económico-laboral, conocimiento, familia, afectivo-sexual, salud, espiritual, social y diversión; sino que también, es la posibilidad de crear una relación única e inigualable en la que será posible relacionarnos con completa transparencia, sin miedo al rechazo, la crítica o al juicio, y donde siempre además de comprensión, recibiremos el apoyo incondicional de un profesional para nuestro bienestar físico, mental y espiritual, mediante retroalimentaciones conscientes, con criterio y siempre para el beneficio del consultante, en pro de su verdadera felicidad y la realización de sus sueños o proyecto de vida.

Aunque cada caso es singularmente único e inigualable, llevándome a interactuar de forma diferente con cada uno de los consultantes para ofrecerle, en un margen de respeto, compromiso y ética, el mejor apoyo psicológico a través del conocimiento, la experiencia, pero sobretodo calidad humana fundamentada en la sabiduría del amor.

Sin etiquetas ni rótulos

No me gusta usar etiquetas para clasificar a los pacientes con rótulos de enfermedades, es por eso que solo al final de su proceso cuando ya están bien, y que ya han superado la situación problema, en caso de que así lo quieran, les enseño su diagnostico ya superado, logrando que el consultante no se identifique con una enfermedad, sino con situaciones, que como todos, en la medida que superamos y concientizamos, vamos evolucionando y volviéndonos mejores seres humanos, más felices y con mayor bienestar. Sin embargo, cuando el caso lo amerita o el consultante lo requiere a pesar de conocer lo anteriormente expuesto, lo realizaremos, pero siempre dándole más importancia al ser estable, en armonía en cada uno de sus ámbitos y con su pasado, presente y futuro.

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¿Cuál es el enfoque psicológico que yo uso en las sesiones de psicología clínica?

La psicología clínica tiene muchos enfoques los cuales buscan responder a las diferentes necesidades y formas de ser o personalidad de los consultantes. Con certeza todos los enfoques psicológicos son valiosos y algunas personas coinciden mejor con alguno que con otros, pero la única manera de saber cuál de todos ellos es el que mejor responde a las necesidades de cada quien es mediante el ensayo y el error, probándolos y dándose cuenta de cómo se sienten después de asistir a dicha sesión con un enfoque específico.

Lo que yo hago es integrar lo mejor de cada uno de los diferentes enfoques psicológicos para el caso en particular de cada consultante, teniendo en cuenta tanto los procedimientos o tratamientos más efectivos para la situación en particular, independientemente del paradigma psicológico del que provenga dicho protocolo de intervención, ya que mi compromiso es con el paciente y el resultado que busca y no con la escuela o enfoque de psicología.

Por esta razón el proceso de psicología clínica que hago puede contener enfoques cognitivos, conductuales, gestálticos, humanistas, psicoanalíticos, transpersonales, sistémicos y psicoastrológicos, dependiendo de los intereses, la personalidad y de la situación o problema blanco que presente el consultante. Siempre los presentaré sobre la mesa al paciente para que elija los que mejor le parezcan a la luz de mi experiencia con dichos procedimientos en situaciones similares.

A esta forma de trabajo a la hora de realizar psicología clínica se le llama eclecticismo debido a que no me caso con un solo enfoque psicológico, pero yo lo llamo holístico, porque contemplo todos los enfoques para el beneficio del consultante y me permito tener en cuenta no solo la mente y las emociones, sino también el cuerpo tanto físico como espiritual.

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¿Cuánto tiempo dura una sesión de psicología clínica y con qué frecuencia debería realizarse?

Las sesiones de psicología clínica yo las hago de dos (2) horas consecutivas para poder avanzar más rápidamente con la evaluación y diagnóstico y así dar paso desde la primera sesión, para realizar intervención en crisis y en la mayoría de los casos, el tratamiento indicado para la situación específica del consultante. De esta manera no solo yo logro comprender la situación del consultante, sino que el mismo paciente logra entender lo que está viviendo de una manera concisa y bien explicada. También vamos a alienar el proceso terapéutico a la luz de las preguntas, objetivos o propósitos que el consultante tenga de dicho proceso y podremos conocer que en un máximo de tres (3) sesiones ya lograremos dichos objetivos y podremos continuar trabajando en la medida de que surjan nuevas situaciones a tratar o por hacer un seguimiento.

Lo que quiero decir con esto es que los proceso conmigo son rápidos y efectivos, pero requieren la intensidad de sesiones de dos (2) horas para lograrlo.

Quiero aclarar que la frecuencia ideal para la realización de una terapia psicológica es una (1) vez al mes, durante toda la vida, desde los 4 a 7 años de edad. Sin embargo, creemos que solo debemos visitar al psicólogo cuando estamos enfermos y la vida está vuelta un caos, lo cual es un error producto de la desinformación de lo que realmente se puede lograr en compañía de una buena asesoría psicológica.

La psicología clínica puede atender casos de manera reactiva ante una crisis o enfermedad mental, pero esto es la punta del iceberg o el 2% de lo que somos conscientes que somos, ya que es posible trabajar con el 98% restante y desde allí sanar preventivamente, crecer a nivel personal y espiritual, generarnos a nosotros y a todos los que nos rodean mayor bienestar y felicidad a través de relaciones armónicas y estables.

Psicología clínica

En sesión psicológica podemos contar todos nuestros problemas, compartir la amargura, la negatividad, los miedos, los traumas, contar las mentiras que dijimos y con las que vivimos, también las preocupaciones, los desacuerdos, las incertidumbres y los rencores, todo lo que no hemos podido perdonar y también todo lo que creemos haber dejado atrás y perdonado pero que tal vez aún no hemos sanado.

Este espacio es único, inigualable y bastante necesario, pero lo que hacemos es volver a nuestros padres, pareja, amigos, primos, vecinos y conocidos los psicólogos de nuestra vida, cometiendo el más grande error porque además de no tener la formación profesional para hacer ese trabajo, están vulnerabilizando su integridad y su privacidad, ya que podrían además de no hacer un buen manejo emocional de dicha historia por su vínculo emocional, preocupándose, no durmiendo, quedando tristes o desilusionados, también podrían recibir un consejo que está parcializado o que no es el indicado para su verdadera paz, tranquilidad y plenitud.

Además, es posible que toda esta información termine filtrándose y dándose a conocer a quienes no van a hacer un buen uso de ella, exponiéndose y generando problemas aún más grandes.

Con todo esto, quiero decir que cuando usamos a los demás como psicólogos terminamos desgastando la relación, ya no van a querer contestar, estar con Ustedes o si lo hacen van a estar agotados e infelices porque los problemas de los demás, las preocupaciones y su negativismo, solo los sabe valorar un psicólogo profesional.

Testimonios

María Paula Machado
Juan Falla